No es posible esconder siempre los miedos bajo las piedras del camino pues llega un inesperado día que sangran tus dedos y ya no puedes seguir. No es posible sostener en la oscuridad las verdades que nacen para ser libres, como el sol, que sin dudas ni resentimientos despierta de su largo sueño para amarrar de nuevo su libertad con la luz que le acompaña. No es posible vivir la única vida que tenemos entre nudos, esas ruidosas y opresivas situaciones que una vez paralizaron el cuerpo y estresaron cada uno de los pensamientos, arrugando el arte de mirar con inocencia. No es posible mirar siempre la noche con una lágrima escondida, exprimiendo el aire de los pulmones y dejando un sabor de desdicha en los labios. No es posible calmar el ahogo con un poco de agua tibia o un puño de lindas palabras, el ahogo del alma tal como la piedra del corazón recuperan su esencia orgánica cuando un inesperado dia sacamos las piedras que acumulamos a lo largo del camino y las apartamos, como se enfrentan los miedos para que no nos cierren el futuro que soñamos. Cuando sacamos a la luz del cielo aquello que un día escondimos bajo la almohada de la noche y que también nos causaba pesadillas. Cuando del pecho agotado por el silencio gritamos el veneno que crecía por cada lágrima en cada final del día. Cuando de cara a la valentía decido mirar atrás por última vez sacando los pedazos del dolor que me hicieron ver pequeña y con un verdadero perdón y un beso que toque el alma pueda comenzar de nuevo, libre y ligera, entre una grata explosión de vida, llena de luz y paz.
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